"On n'est pas dans le futurisme, mais dans un drame bourgeois ou un thriller atmosphérique"
¿Cómo sobrevivir en un mundo donde las mujeres no tienen ningun estatus? Jbara vive en las montañas del Magreb, entre sus padres, sus cinco hermanos y su rebaño. La pequeña y pobre pastora, reducida al rango de criada por un padre ignorante y brutal, se prostituye a veces por algunas golosinas. Es bella, pero no lo sabe. En un pueblo donde las mujeres, literalmente, no son nada, ella todavía no sabe que su belleza es un poder. Hasta que un día una maleta caída de un coche de turistas americanos le revela otro mundo. Empieza trabajando de mujer de la limpieza para decantarse, poco a poco, por el mundo de la prostitución de lujo, la cárcel, los narcotraficantes. Un testimonio implacable sobre la opresión de las mujeres. Un grito de rebelión. Pero también, más allá de la desesperación y la miseria, la oración conmovedora de una mujer que se mantiene en pie frente a dios y a los hombres, con un confidente un tanto especial, el mismísimo Alá. SOBRE LA AUTORA (Agadir, Marruecos, 1981) De ascendencia normanda y marroquí, Saphia Azzeddine vivió su infancia en Agadir y, a partir de los nueve años, en Ferney-Voltaire (Francia). Estudió en la Facultad de Literatura, se licenció en sociología, vivió en Houston, trabajó como assistante diamantaire en Ginebra y se convirtió en periodista, guionista y escritora. Su primera novela, Confesiones a Alá ha sido adaptada al teatro en el Festival Off d'Avignon en 2008, con puesta en escena de Gérard Gélas. En 2009 se presentó en el Théâtre du Petit-Montparnasse y de nuevo en el Festival Off d'Avignon y hasta septiembre de 2010 el espectáculo ha estado de gira por Francia, Suiza, Bélgica y Luxemburgo. En 2010, Saphia actuó en la película de Olivier Baroux L'Italien y publicó su tercera novela, La Mecque-Phuket, protagonizada por dos hermanas de origen magrebí. Su segunda novela, Mi padre es mujer de la limpieza, ha sido adaptada al cine en 2010, Saphia ha dirigido este largometraje. EXTRACTO Tafafilt es la muerte y, sin embargo, aquí me tocó nacer. Me llamo Jbara. Al parecer, soy muy guapa pero lo desconozco. Me importa un comino ser guapa o no. Soy pobre y vivo en el culo del mundo. Con mi padre, mi madre, mis cuatro hermanos y mis tres hermanas. Los pobres follamos como animales simplemente porque es gratis. El caso es que nadie me dijo entonces que era guapa. En mi casa, no decimos ese tipo de cosas. La belleza no cuenta en Tafafilt; no aporta nada.
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